domingo, 20 de noviembre de 2016

Historias de amor

Historias de amor forzadas a ser chichés. Aquellas que empiezan como una broma y acaban con chicas enamoradas. Ilusiones ópticas, falsas esperanzas que crean expectativas holliwoodianas, que encandilan, te hacen soñar con una posibilidad, pero no sabes si será real. 

Pasa el tiempo y automáticamente te auto convences, el optimismo aparece, si todo el mundo apuesta por ello ¿Por qué no? Tal vez, sí haya una posibilidad.
La gente habla, inventa nombres compuestos e idea planes de futuro; todo parece tan real, que al final te lo acabas creyendo. Es entonces cuando todo se complica. 

Se manifiesta la timidez, pero solo con él, aparece un rubor en tus mejillas cuando su imagen pasa por tu cabeza, sonríes, de forma inconsciente al oír su voz, su mirada te abstrae e impone y tienes que esforzarte por atender, sin romper el contacto visual. 

Crees poder controlarte, aunque parece que es demasiado tarde cuando tu corazón se acelera con cada uno de sus mensajes.  No quieres volver a caer, a tocar fondo, porque podría ser un cabrón. Existen los capullos de película, tristemente hay muchos intentos de James Dean en el mundo, hay mucho narcisista suelto que disfruta rompiendo corazones, buscando solo un poco de diversión. 

Te pones metas, pretendes olvidarle, pasar del tema, pero te sientes impotente cuando te enteras de la existencia de terceras personas. Te derrumbas y deprimes, maldices el momento en el que decidiste ser optimista, la vida parece mucho más bonita cuando no existen las expectativas.

Las conversaciones decaen, parece que ya nada es igual, que fuiste un coqueteo pasajero, que por falta de iniciativa le acabó aburriendo. Ves como ignora tus mensajes o ni se molesta en leerlos, cómo responde a los grupos, mientras vuestra conversación sigue estancada. Sientes que te falta algo, te frustras por la impotencia y te sientes idiota. Tienes ganas de llorar y de arrasar con la despensa. En ocasiones como esta, está permitido tomar la Nutella a cucharadas.

Pasan dos días y te recompones, te propones superarlo, seguir adelante y no recaer; pero él te habla y todas las barreras vuelven a caer.  Te propones ser fuerte, nuevas metas, pero en la práctica sigues quedándote hasta tarde en la biblioteca, madrugando cuando no te toca y cogiendo buses a deshora. 
Y es que, su compañía te encanta. Solo con él trasnochas, porque te quitan el sueño sus palabras, solo a  él le respondes en las fiestas y solo él te saca sonrisas cuando estás malhumorada. Tu siempre arisca personalidad, solo con él se ablanda, aunque sigas pasado de las cursadas.

Tú siempre tan extrovertida, temes meter la pata, por ello, cada vez que él se insinúa, tú huyes sonrojada. No temas parecer tonta, pues según nos ha enseñado Hollywood, la timidez siempre es una cualidad apreciada. 


miércoles, 12 de octubre de 2016

Nueva oportunidad

Nuevo inicio, nueva vida, tengo una nueva oportunidad, 
de poder ser yo misma y no solo una más.

No sé por qué critico, cuando luego soy la primera en llorar, 
17 años y aun no he aprendido a callar. 
Resulta cínico el prejuzgar, cuando solo hablo de la igualdad,
soy una hipócrita en potencia que en algún momento voy a estallar. 

Por mucho que me esfuerce sigo perdiendo mi personalidad,
tantos años actuando son difíciles de olvidar,
 pero pienso esforzarme por dejarlos atrás, 
aprenderé a ser yo misma y a ignorar a los demás 
¿A quién le importa lo que opine o deje de opinar?

Del mismo modo me doy cuenta de que debo respetar a los demás
¿Quién me dice que el postureo haga a todo el mundo igual? 
Tal vez solo sea por fuera y algunos tengan cierta personalidad, 
puede que haya tenido mala suerte hasta ahora y que en realidad,
sí existan buenas personas dentro de ese grupo social. 

De igual modo cualquiera podría pensar de mi que soy una pija, descerebrada y superficial por que llevo un Michael Kors y huelo a chanel. 

Las apariencias engañan queda demostrado una vez más,
que juzgar un libro por su portada puede acabar mal. 
Me he propuesto ser optimista y dejar de prejuzgar,
mañana empezaré de cero y el mundo me conocerá.

sábado, 8 de octubre de 2016

Cliché

No sé si esque yo he madurado, mientras que  tú estás estancado; 

Si siempre fuiste un idiota, pero yo me he negado a aceptarlo;

Si a pesar de mis esfuerzos, soy solo una más, una de esas que sueñan con su James Dean, un rebelde sin causa algo sobrevalorado.

 Tal vez sea un cliché andante, la chica estúpida enamorada del mas idiota del parque, del descerebrado musculitos narcisista y petulante. 

Puede ser que la desesperación me haya conducido a este desastre, en este sitio todos parecen copias o clones de alguien ¿Acaso se han acabado las personas reales? 

¿Son posibles las conversaciones que dejan los pavoneos y estupideces a parte? 

Solo pido respeto y algo de afecto, una conversación cargada de bromas compartidas, risas, música y cultura; pido detalles románticos, pero no empalagosos; llamadas que duren horas y quedadas para no hacer nada, besos en la frente y todas esas estupideces, que aunque parezcan chorradas hacen feliz a la gente. 

Tantos libros y películas me han creado unas expectativas que parecen inalcanzables. 

Debería dejar la ficción y disfrutar de mi propia interpretación.

Pido demasiado en una sociedad donde las normas parecen estar impuestas según el libro del postureo, donde una chica no merece la pena si su envoltorio no promete ser un 90 60 90; al parecer la personalidad ya no vale tanto y la timidez, antes tan demandada, ahora es más bien ignorada o juzgada. 

Tristemente vislumbro un futuro solitario, podeis tacharme de pesimista, mas yo solo soy realista.

sábado, 6 de agosto de 2016

Ser original es especial

Crees estar a salvo y poder dejar de actuar, 
mas el mundo parece no estar preparado para conocer tu verdadera personalidad. 

Si todo el mundo actua ¿por qué razón iba yo a no ser igual? 
Todo el mundo parece ser un falso en esta sociedad. 

Deseo librarme de este cinismo, 
necesito encontrar a gente real, 
que no tema dar su opinión 
y no solo decir lo esperado o seguir las ordenes del mandamos.

Quiero bajarme del escenario, pero sin sentir la gélida soledad. 

¿Sería mucho pedir gente de verdad?

Gente con gustos y opiniones, 
que no sigan la corriente ni vistan todos igual, 
que no juzgue lo diferente, 
pues eso es lo especial.

viernes, 22 de julio de 2016

Impotente por protocolo

Llevo los pendientes de niña que me regalaste, 
escucho la música que me recomendaste 
y veo las películas que una vez me enseñaste.

¿Podrías al menos molestarte en mirarme?

Me siento extraña. Extranjera en mi propia casa. 

Extraño el habla, el lenguaje.
Echo de menos que me dirijas la palabra.

Porque seré rara, bizarra; 
pero es como si todos estuvierais de resaca.

Ando, deambulo sonámbula, 
entre sombras de nostalgia.

Mi nombre, creo que lo escucho, 
tras las paredes de un silencio oscuro. 

Egoísta, malcriada. 
Son los recuerdos, que me juegan una mala pasada.

Me ahogo, me hundo; 
entre lágrimas de no hacer nada. 

Impotencia, por protocolo. 

Solo pienso en gritar fuerte, 
y bajarme de este mundo.

jueves, 7 de julio de 2016

Sueños Imposibles (texto)

Hasta hace poco pensaba que Nothing else matters era mi canción favorita,fue entonces cuando escuché su risa, dulce y armoniosa, una increíble melodía.

No me canso de escucharla, se ha convertido en la banda sonora de mi vida,en la razón de que pueda afrontar mi día a día, es mi nuevo motivo de vida.

Cada vez que la veo, una tonta sonrisa se dibuja en mi rostro
y aprovecho para estudiar una a una cada facción y detalle, que parecen haber sido tallados por Miguel Angel o Raffael. 
Esas pecas traviesas que adornan sus mejillas, decenas o incluso cientos, que me encantaría poder besar una a una, por el resto de mi vida. 

Su mirada imponente, denota seguridad, pero también parece ser capaz de amansar al mas tosco patán; Aquellos dulces ojos del color de la coca cola, para muchos corrientes, pero para mí pura ficción, ventanas hacia otra dimensión, hacia un futuro alternativo donde me atrevo a cruzar más de tres palabras con ella y donde somos algo más que dos simples conocidos.

Ella es amable conmigo, me pregunta por banalidades, por mi día a día, mas mi cerebro parece no poder procesar sus palabras, sus labios rojos, el aroma a canela, nublan mi juicio y me hacen parecer estúpido ante ella.

Sueño despierto con un yo mucho más fuerte, guapo y con los huevos necesarios para hablarla, abrazarla e incluso besarla. Ella nunca se fijaría en un tio como yo, solo soy un friki, un rockero incomprendido y ella es mi ilusión. 

jueves, 17 de marzo de 2016

Infantópolis (relato corto infantil)

                                      INFANTÓPOLIS

"De mayor quiero sobornar a un científico loco para que construya una máquina que haga  mis sueños realidad" -Emilio Martín7 años.

Voy a contarte un secreto, uno que muy pocas personas pueden presumir de conocer, un enigma del  que ningún adulto está al corriente, porque solo los niños son dignos de conocerlo.  
Mucha gente ha oido hablar de la Atlántida, Liliput, Oz o Narnia; sin embargo, nadie ha oído hablar nunca de Infantópolis, la ciudad de los niños.

A pesar de su nombre, no es una ciudad. Infantópolis es un reino, un mundo donde los niños gobiernan y al que solo los niños y algunos animales pueden viajar. 

En infantópolis viven el ratoncito Perez y el Hada de los dientes ¿Nunca te has preguntado por qué tus dientes desaparecen bajo tu almohada? ¿Para qué querrían esos dos tus preciados dientes? No te preocupes, yo te contaré cual es el oscuro secreto de ese extraño matrimonio. El señor Pérez y su mujer en realidad son constructores y utilizan los dientes de los niños de todo el mundo para construir los enormes castillos de Infantópolis. Utilizan dientes en lugar de ladrillos y pasta en lugar de yeso. Las dentífricas paredes están cubiertas por chucherías, metros de lengua de regaliz cubren los suelos como moquetas al igual que miles de gominolas cubren las paredes interiores de cada vivienda. Por seguridad, cada hogar dispone de un dragón y un unicornio que protegen la casa de buitres y ragartos*. 

Las hormigas, son eficientes obreras que ayudan al ratón y a su esposa a construir la ciudad. Estas pequeñas trabajadoras, reciben a cambio algo de magia para su hogar. Cuando acaba su jornada de trabajo, estas pequeñas trabajadoras vuelven a su hormiguero, donde disfrutan de sus  sus enormes televisores de hasta tres pulgadas.


En Infantópolis los arboles tienen el tronco de chocolate y sus hojas son de algodón de azúcar; los niños no tienen ni normas ni deberes, la única regla es la diversión; allí no existe el famoso bullying, porque los matones no pueden entrar.

Si visitas Infantópolis, probablemente te encuentres a un hombre un tanto peculiar. Un científico loco, llamado Dr. Vondreams, que viste siempre su bata blanca y anda maldiciendo allá a donde va. Siempre lleva el ceño fruncido y se arranca los  pelos cuando alguno de sus experimentos sale mal. Él es el único adulto residente en Infantópolis, lo que él odia a rabiar. Nuestro querido Doctor, tiene una máquina única, que hace los sueños de los niños realidad, el precio por su uso son cinco monedas de chocolate, que puedes pedir prestadas en el banco de la ciudad.

Estoy segura de que ahora querrás viajar a Infatópolis, así que te diré lo que debes hacer para llegar. Cada noche, antes de acostarte piensa con todas tus fuerzas en los arboles de chocolate, los dragones, los unicornios y  el Dr. Vondreams. De esa manera, cada noche viajarás y todos tus sueños se harán realidad, allí el tiempo pasa muy despacio, por lo que una noche puede convertirse en mil años si así lo deseas. 

Date prisa y viaja a Infantópolis antes de que el tiempo se acabe. A mi ya se me acaba, por eso te escribo esta carta, para que disfrutes tanto como puedas de este mundo tan fantástico y maravilloso, porque una vez crezcas todo esto se te olvidará, pues serás adulto y no podrás volver a entrar. 




*Ragarto: cruce entre rata y lagarto.



lunes, 14 de marzo de 2016

El Ángel Caído (Relato corto)

                                                                 EL ÁNGEL CAÍDO:


“Ni los angeles pueden eludir a la muerte”

 

 

 

Victoria Wright, siempre destacó allá a donde fue, algunos vinculaban dicha popularidad a su cuerpo de ensueño y su rostro inocente; adornado por pequeñas pecas que cubrían su nariz respingona, poseía unas largas pestañas que protegían sus dos esmeraldas, pero sin duda lo que mas resaltaba entre sus facciones  era su sonrisa. Encandilaba a profesores y alumnos con aquella mueca que formaban sus dulces y finos labios. 


Victoria, a pesar de poseer semejante belleza, no era engreída ni vanidosa, era igual de dulce por dentro como lo era por fuera. En su tiempo libre ayudaba en el orfanato del pueblo, no tenía ningún enemigo, hasta las mas superficiales del instituto la tenían respeto; acudía a la iglesia todos los domingos y tenía planificado un viaje a África para trabajar de voluntaria todo el verano, un viaje que ya jamás podría hacer. Todo el pueblo quería a aquella joven, por eso sorprendió tanto la espeluznante muerte a la que fue sometida.

 

Su delicado cuerpo apareció golpeado y desgarrado en una piscina comunitaria, su vestido blanco de verano había sido rasgado y todas las heridas indicaban que había sido  torturada de forma sádica. La persona responsable de aquel atroz asesinato, era sin duda alguien sin escrúpulos, sin alma, y todo indicaba que había sido alguien de su entorno, o al menos alguien que la conocía lo bastante bien, como para saber que acudía a aquel mirador, junto a la piscina del pueblo, siempre que necesitaba estar sola o pensar.

 

El cuerpo fue descubierto por el limpiador de la piscina. La muchacha fue encontrada en una posición peculiar, tenía los brazos extendidos en forma de cruz, como Cristo en su crucifixión. El vuelo de su vestido blanco estaba extendido rozando sus inertes manos, haciendo alusión a unas alas, y su pelo rubio formaba una aureola en torno a su cabeza. Parecía un ángel caído del cielo.

 

Aquella mañana de Domingo un funesto titular encabezaba la portada del periódico de Starsvillage. No era la victoria de los Dodgers ni las nuevas declaraciones de Obama sobre la guerra en Siria, el titular decía: "Nuestro ángel ha muerto".

 

El inspector Graham Moore, uno de los mejores en su campo, leía el artículo sentado cómodamente en su viejo sillón de cuero roído. Con un vaso de Bourbon en una mano y el periódico en la otra, creaba sus propias hipótesis e intentaba informarse bien sobre la víctima antes de visitar el escenario del crimen.

 

El inspector, era criticado por su alcoholismo,  un vicio que él no consideraba nefasto, ni mucho menos, se excusaba diciendo que le ayudaba a soportar su insomnio, provocado por los recuerdos del pasado que tanto le atormentaban . Además, Hitler era abstemio y eso no le salvó de ser un monstruo. El inspector  era un hombre apuesto, bien entrado en los 30, de cabello cobrizo y unos ojos color miel que habían logrado engatusar a mas de una pobre mujer. El inspector era conocido por su lengua suelta y su extroversión. Era un hombre descuidado cuyo aspecto no concordaba con el del resto de su profesión. Con una barba de dos o tres días, el pelo alborotado y su camisa a rayas arrugada y a medio abotonar, el inspector podría ser fácilmente tomado por un vagabundo. 

Era algo petulante en ocasiones, pero tenía un gran sentido del humor.


Moore llegó al escenario del crimen, abarrotado por periodistas y curiosos, situados tras unas cintas de seguridad. Cerca del cadáver, en el bordillo, se encontraba lo que parecía haber sido el arma del crimen, un hierro oxidado, que en algún momento formó parte de la escalera de piscina, pero que había sido sustituido debido a su oxidación y al extremo partido, afilado, que ahora se encontraba manchado de sangre. El forense, un hombre excéntrico de pelo cano, apodado como spook por su afición al cine de terror, se acercó al inspector y le contó lo evidente. El arma homicida había sido la barra de hierro, como bien había predicho el inspector,  aunque el cuerpo presentaba varios hematomas en la garganta, lo que indicaba que también había sido estrangulada.


Cerca de estos dos hombres, una pareja lloraba desconsolada la muerte de su hija. El detective, una vez hubo obtenido todos los datos del forense, se acercó para presentarse y dar sus respetos a los padres de la fallecida.

 

-Señores Wright, soy el inspector Moore, siento mucho lo ocurrido. Sé que este no es el mejor momento, pero me gustaría encontrar al hijo de perra que hizo esto lo antes posible.- Ambos padres cesaron su lloro por unos segundos y miraron al inspector, algo sorprendidos por su lenguaje. Al ver que la pareja no hablaba, el inspector decidió continuar.- ¿Saben ustedes de alguien que tuviese problemas con su hija?

 

-Mi ángel no tenía ningún enemigo, todo el pueblo la quería.-dijo el padre.

 

-No tiene por qué ser un enemigo, como bien ha dicho usted, mucha gente la quería ¿no había nadie que la tuviera envidia o la guardara rencor?

 

-No diga estupideces inspector, nadie mata solo por envidia, pero sí por pasión ¡Yo sé quien lo hizo!-grito la madre entrando en cólera, antes de volver a estallar en llanto.

 

-Kate, son meras suposiciones tuyas, nada indica que fuera él.

 

-¿Y bien...?-dijo el inspector, algo mas interesado en la conversación.

 

-Fue el profesor de piano, el señor François Mirchoff. Ese canalla siempre la miró con deseo, y el otro día cuando fui a recogerla, estaban muy cerca, mas de lo prudente, tratándose de profesor y alumna.

 

-¿Cree usted que existiese una relación entre ambos?- Kate Wright le miró enfurecida.

 

-Deje de decir sandeces, mi hija no era de esas. Además estaba enamorada de su novio.

 

-Bien pues, en ese caso entrevistaré al señor Mirchoff, a ver que estuvo haciendo ayer por la noche, también investigaré a su novio ¿Cómo ha dicho que se llama?

 

-No  lo he dicho, se llama Ian Aaron.

 

Ese nombre le resultaba vagamente familiar . Aquella mañana, mientras se informaba sobre la joven, había encontrado el expediente del señor Aaron.  Se trataba de un joven rebelde, que había tenido mas de un encontronazo con la policía en el pasado. Sin embargo, se había rehabilitado, hacía ya mas de dos años que no pasaba por comisaría, justo el tiempo que llevaba saliendo con la víctima. Al parecer sí que era posible cambiar a una persona, aunque nunca se sabe. La tarde anterior la pareja de enamorados había sido vista discutiendo acaloradamente en la puerta de un bar cercano a la piscina, aunque la camarera aseguraba que se habían ido por separado, nada habría impedido al señor Aaron haber vuelto a la piscina aquella noche.

 

El inspector llegó a la comisaría tras hablar con el profesor Mirchoff por teléfono, al parecer llevaba en Canadá todo el fin de semana, por lo que él no pudo haber cometido el crimen. Este le contó que su trato con Victoria no era diferente al que recibía el resto de su alumnado, y que lo único que se llevaban entre manos últimamente era una canción sobre la que ella le había pedido consejo. Al parecer se la iba a regalar a su novio por su aniversario. En un principio el inspector no estuvo muy convencido, pero el profesor tuvo que hacerle una confesión personal. Al parecer, al joven profesor Mirchoff, no le atraía especialmente el sexo opuesto, es mas había pasado todo el fin de semana con su “compañero” y había varios testigos que podrían atestiguarlo.

 

En la comisaría le esperaba Sara, la mejor amiga de Victoria, una chica algo rellenita con la piel morena y el pelo castaño, con unosgrandes ojos azules escondidos tras unas grandes  gafas de pasta negras. A su lado descansaba un adolescente con mirada perdida, que tenía un extraño tic en el ojo, parecía concentrado en algo. Su rostro no le sonaba al inspector.

 

-Disculpa joven ¿tú quién eres?-

 

El chico se levantó y miró amenazante al inspector.

 

-Mi hermano no ha hecho nada, él la quería a pesar de que esa zorra lo engañara.- gritó embravecido el adolescente,  el cual aparentaba un par de años menos que la víctima.

 

-Josh, tranquilízate- le calmó Sara- Discúlpele inspector, este es Josh Aaron. Su hermano está en el baño.

 

Como si al nombrarlo se hubiese materializado, a su lado apareció una demacrada copia de Ian Aaron. El aparente chico perfecto, que el inspector había visto en las fotos del expediente ahora parecía destrozado. Su pelo negrosiempre bien peinado, ahora se asemejaba a un nido de pájaros; sus ojos verdes, similares a los deVictoria pero mas claros, estaban rojos y acuosos. Su camisa tenía restos de sangre en la manga, que parecía provenir de sus nudillos, los cuales habían dejado marca en la pared de la comisaría. No parecía el rostro de un asesino, sino mas bien de un pobre desgraciado a quien le habían quitado lo que mas quería.

 

-Está bien  ¿Podemos entrar los tres en la sala de interrogatorios? Creo que tengo una pequeña especulación no muy descabellada sobre lo ocurrido.

 

Los tres adolescentes siguieron al inspector a la sala de interrogatorios, cada cual mas ansioso, todos querían saber quién había sido el despiadado asesino de la dulce Victoria. 

 

Tras unos segundos en un silencio sepulcral, que avivó aun mas los nervios de los tres jóvenes, el inspector se decidió a hablar.

 

-¿Sabían ustedes que yo padezco de insomnio?- preguntó el inspector sin esperar una respuesta por parte de sus oyentes.- Según los psicólogos, se debe a un trauma del pasado que me persigue. Dicha experiencia traumática tiene que ver con mi hermana. Ella nació enferma, pero nadie pareció darse cuenta, hasta que fue demasiado tarde. Mi hermana sufría esquizofrenia paranoide, pero nunca fue tratada, ni diagnosticada . 

Conforme fue creciendo, la enfermedad fue a peor. Un día,  se levantó pensando que nuestros padres confabulaban contra ella. Cogió la antigua escopeta de caza de mi abuelo y les voló los sesos a ambos mientras aun dormían. Ese día yo me había quedado a dormir en casa de un amigo, pero cuando llegué a casa me  la encontré sentada en un sillón con la mirada perdida, concentrada en un cuadro colgado encima del televisor, su camisón estaba lleno de sangre y cuando la pregunté que había ocurrido, ella solo me respondió,"Si no lo hubiera hecho, ellos me lo habrían hecho a mi, no te preocupes hermanito, ahora estamos a salvo". Actualmente mi hermana se encuentra internada en un manicomio a las afueras del pueblo.

 

-Disculpe, siento mucho lo de su hermana, pero no le entiendo ¿Qué relación tiene eso con el asesinato de Victoria?-dijo Sara.

 

-Josh, ¿Tienes algo que contarnos?- Dijo el inspector ignorando la pregunta.

 

-¡Esa zorra se lo merecía!- gritó el esquizofrénico Josh Aaron- ¡Mi hermano había cambiado solo por ella! ¡El muy tonto solo tenía ojos para esa puta! ¡Y ella se lo pagaba follándose a ese puto gabacho!- gritaba encolerizado, cada frase que decía le hacía parecer mas violento, finalmente ante la atenta mirada de todos los presentes, se dirigió a su hermano, algo mas calmado-Yo la maté, hermanito, ya no tienes de qué preocuparte.

 

-¿Qué hiciste qué?- Gritó anonadado Ian Aaron a su hermano.

 

-¡Ella no te quería! ¡Tú estabas cegado por el amor! No quisiste escucharme, solo tenías tiempo para ella y solo la escuchabas a ella. Yo la vi con ese hombre varias veces a solas, se lo conté a su madre, pero no hizo nada. Tuve que actuar.

 

-Verás Josh. El señor Mirchoff es homosexual, y estaba ayudando a Victoria con una canción para tu hermano.

 

-¡Está mintiendo!¡Ian tienes que creerme! Estaban todos compinchados, están en nuestra contra, seguro que ella está detrás de todo esto, quería separarme de ti para poderse follar al profesor.

 

-En realidad, lo de la canción es cierto, Victoria me hizo prometer que no diría nada, quería que fuera una sorpresa.-dijo Sara.

 

Ian cayó llorando al suelo sin creerse que su hermano hubiese podido cometer semejante atrocidad. Todo quedó grabado en la grabadora que el inspector siempre llevaba consigo y que se había encargado de conectar al entrar en la sala, por lo que tenía las pruebas necesarias para incriminar al enfermo de Josh Aaron, quien tiempo después sería internado en el mismo psiquiátrico en el que estaba encerrada la hermana del inspector.

En cuanto a Ian, el perder a su novia y a su hermano en un solo fin de semana, fue un duro golpe que nunca llegaría a superar completamente, aunque el alcohol lograba maquillar un poco la realidad.

Una vez mas, el inspector Moore volvió a casa con un nuevo caso resuelto. Se sirvió un vaso de Bourbon y se acomodó en su viejo sillón de cuero, soñando despierto con una infancia alternativa, donde su hermana estaba curada y sus padres vivían.

 

 


miércoles, 10 de febrero de 2016

La realidad de los cuentos

Ilusa la infancia en la que creíamos en los cuentos de hadas,
 ahora nos damos cuenta de que eran puras falacias;

En el mundo real,
si Bella existiera cambiaría a Bestia por un rubio tonto cualquiera;

Cenicienta sería secuestrada,
al intentar hacer auto-stop mas allá de las doce,
para no ser castigada por saltarse el toque de queda;

Aurora caería en coma tras una noche de copas desfasada
y no habría príncipe azul que la despertara;

Ariel se iría de casa engañada,
 por un vil galán que la acabaría dejando tirada,
obligándola a vivir en la calle,
 perdiendo su voz por una grave infección de garganta.

En el mundo real,
no hay príncipes ni princesas que valgan,
 solo la cruda realidad,
 la que omitimos a los niños 
para que crezcan felices, creyendo nuestras falacias. 

Pues a veces es mejor que vivan en la ignorancia,
 ya cuando crezcan, se darán cuenta que esa vida es una farsa.