sábado, 6 de octubre de 2018

La vida tóxica

Encontraron el cadáver envuelto en tela vaquera, 
en una de esas cazadoras de los 60.

La envidia firmaba su cabeza.
La codicia sus muñecas
Mientras, la hipocresía 
le había cortado la lengua.

Todavía firmes, 
sus manos 
sujetaban una libreta. 

Antes de morir, 
la inseguridad 
borró con lágrimas
todas sus ideas. 

Descansa en paz, pequeña.
Al menos, mientras puedas.

Solo te quedan un par de vidas 
que quitarte

de la misma manera.