"Vuelve y al menos inventa una despedida,
finjamos que la tuvimos."
finjamos que la tuvimos."
-The Eternal Sunshine of the Spotless Mind
Hoy te he visto en el metro,
o en el cine, creo,
en verdad últimamente no distingo ni donde me encuentro.
Ibas leyendo algo en el móvil,
puede que escribiendo;
tal vez jugando al Clash of Clans,
pero eso te haría parecer menos intelectual,
así que pongamos que andabas escribiendo.
Una canción ñoña,
una nota de suicidio
o tal vez una curiosa escaleta,
para un cortometraje fantástico o un largo tarantinesco.
Le ponías mucho empeño,
prefiero optar por la última suposición;
prefiero optar por la última suposición;
porque eres el futuro del cine español,
romperás los esquemas,
y dejarás al mundo boquiabierto.
Eres puro ingenio;
apuesto por ello,
sin siquiera haber leído lo que ibas escribiendo.
También vi que llevabas puesto un auricular,
imagino que escuchabas música;
puede que country de Johnny Cash,
versos de Bob Dylan
o tal vez algo más clásico,
rollo Freddie Mercury, Sex Pistols o los Rolling.
Aunque igual me equivoco,
puede que fuera música comercial;
Justin Bieber, Despacito o a Enrique Iglesias haciendo playback,
qué más dará;
prefiero no pensar esas cosas,
o que no sean verdad,
porque entonces
me dejarías de importar.
me dejarías de importar.
Desviaría la mirada
y serías una farsa más.
y serías una farsa más.
Has levantado la cabeza y me has cazado infraganti observándote a lo lejos,
no me molesto en apartar la mirada,
ya no hay vuelta atrás.
no me molesto en apartar la mirada,
ya no hay vuelta atrás.
En lugar de hacerte el sueco,
me has sonreído, saludado
y te has acercado a contarme entusiasmado
la idea para tu guion;
y te has acercado a contarme entusiasmado
la idea para tu guion;
te has sentado a mi lado
y luego nos hemos callado.
A punto estaba de comenzar la obra de teatro.
A punto estaba de comenzar la obra de teatro.
Me has cogido la mano, sonreído en la oscuridad,
la has besado y hemos visto algo de Shakespeare,
Lope o Lorca en el escenario.
Como ya te he dicho, ultimamente no distingo ni dónde me encuentro;
Ahora que lo pienso,
tal vez fuera todo un sueño;
recuerdo las sábanas, el cuadro de Amelie en el cine,
nuestra foto en el metro de Nueva York
y la estantería llena de libros de teatro clásico,
cine y ciencia ficción.
cine y ciencia ficción.
Me giro y no te encuentro,
un oso de peluche ocupa tu lugar.
Mis recuerdos parecen difusos ahora que tú no estás;
me siento confusa, perdida en esta gran utopía,
confundo vigilia y ensueño,
vivo en un delirio irreal, atemporal, que tampoco entiendo;
ni Descartes podría sacarme de este desconcierto.
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