domingo, 31 de mayo de 2020

Emoticonos

Los corazones rojos
ahora son más 
que simples emoticonos.

Ya no puedes usarlos 
a modo  
de carita sonriente.

Hemos desmitificado
los te quiero,
robado su valor.

Y han caducado
por ello
cientos de películas de amor.

Menos mal,
que los te amo
todavía inspiran miedo.

Causan
a lo sumo
algo de respeto.



¿Qué sería del sentimiento
si su única forma 
de manifestación
fuese el dibujo 
de un corazón 
ex profeso
creado a ordenador?

Posiblemente 
nada nuevo.

Sobre todo ahora,
que somos todos ateos.

Decimos 
que no creemos,
cuando no sabemos 
si lo hacemos.

Por eso 
mi teclado 
me recomienda usar el negro.


No miento
cuando digo
que no sé si creo.

Creo. 
Supongo
que algo siento.

Soy agnóstica 
de emoticonos,
atea 
de las apps de ligoteo,
creyente 
de cualquier cosa
durante mis bloqueos
y soñadora de películas
por encima de todas las cosas.